SABINE FINKENAUER Y SUS PINTURAS EN TRES DIMENSIONES
por Juan Bufill
LA VANGUARDIA, 5 Diciembre 2011
Hacia finales del siglo xx la pintura, que había sido junto con la escultura el medio principal de expresión plástica, tuvo que com- . partir el trono con instalaciones, fotografías y vídeos, y en algunos ámbitos del arte contemporáneo parece que tenía incluso que justificarse, casi que pedir perdón por su existencia, pues influyentes comisarios culturales no necesariamente aptos para su labor la desconsideraban como una disciplina artística propia de un pasado anterior al idealizado reino del gesto conceptual y la afirmación ideológica de museo.
La obra de Sabine Finkenauer es una de las que, ya en el siglo XXI, desmiente con claridad esos prejuicios del siglo pasado hostiles a la pintura. La muestra de obra reciente que presenta en MasArt esta pintora alemana significa un paso más en una evolución coherente, que ha conseguido enriquecer con sucesivas aportaciones -siempre arriesgadas y antivulgares- una de las líneas del arte de vanguardia que cuenta con mejores logros y que puede seguir siendo inspiradora: la que representaron artistas como Klee, Miró, Arp y Calder.
Como ellos, pero de un modo muy distinto y personal, con una rara frescura, Finkenauer realiza un arte fundamentado en la composición y la expresión plástica con alcance poético. Son obras rigurosas y radicalmente libres, ajenas a los lugares comunes que lastran a muchos artistas y comisarios exquisitamente mainstream, previsibles incluso en su efectismo. La obra de Finkenauer, como las de Klee y Calder, se fundamenta en la naturaleza y en las formas vísibles, pero es abstracta por su esencialidad y por su concepción paramusical, con desarrollos y variaciones a partir de un repertorio de temas.
A la vista de la actual exposición, se podrían añadir entre sus referencias los nombres de Ródchenko, el Giacomo Balla de las flores futuristas y hasta artistas en activo como Anish Kapoor. La novedad destacable son sus esculturas casi bidimensionales o conjuntos pictóricos dispuestos en forma de instalación escultórica. Son obras singulares compuestas mediante formas planas y monocromas recortadas en soportes de madera -en forma de pétalos, o de distintos cuerpos geométricos- que dialogan entre sí y con la sala. Se podrían definir como pinturas o dibujos desplegados en tres dimensiones, como composiciones cromáticas dispuestas en el espacio y las paredes de la galería a la manera de unos dibujos en un papel. En estas obras el discurso reflexivo no se ostenta, sirio que se enmascara bajo un tono que combina de un modo extraordinario la alegría creadora y la ironía. Finkenauer realiza obras que a primera vísta pueden parecer ligeras y minimalistas y que más tarde se pueden revelar como sutiles y lúcidas en su recuperación de cierta inocencia creadora. Más allá de la reflexión que subyace en ellas, estas pinturas se pueden admirar como presencias reales, sugestivas, con frecuencia luminosas y vitales.
MasArt Galería. Sant Eusebi, 40. Hasta el 5 de enero.